El crack azulgrana Lionel Messi se
mostró contento por el triunfo en el Santiago Bernabéu en su Clásico número
300, pero al mismo tiempo mostró su malestar por el comportamiento del defensor
luso Pepe en el terreno de juego.
“Siempre es gratificante salir victorioso en un clásico. Fue
un lindo partido. Lo disfruté mucho. Se nos está haciendo costumbre ganar en el
Bernabéu y eso es bueno”, dijo la “Pulga”, quien acusó juego brusco por parte
del cuadro madridista.
“Es lamentable lo que sucedió. Pepe me pisó la mano y debió ser expulsado. Espero que haya un mejor arbitraje en la vuelta”, remarcó el atacante del Barcelona.
“Es lamentable lo que sucedió. Pepe me pisó la mano y debió ser expulsado. Espero que haya un mejor arbitraje en la vuelta”, remarcó el atacante del Barcelona.